LAS FIESTAS RELIGIOSAS:

Chile se caracteriza por sus fiestas religiosas, ya que a través de todo su territorio se realiza este tipo de celebraciones en honor de la Virgen, a Dios, a los Santos, a las ánimas y a otras divinidades.

En el norte de nuestro país se realizan varias fiestas donde participan cofradías danzantes, cuyo origen se pierde en el tiempo y en las cuales sus bailarines lucen maravillosos y vistosos trajes, acompañados a veces de máscaras de marcada fantasía.

En la actualidad este tipo de manifestaciones folclóricas, ha desaparecido desde Santiago hacia el sur, manteniéndose con vigencia solo la llamada "fiesta de los negros" en honor a la Virgen del Rosario, que se realiza en la localidad de "Lora", Comuna de Licantén, Provincia de Curico en la Séptima Región y se celebra la tercera semana de octubre con una novena y procesión, donde los descendientes de indígenas del lugar bailan a la virgen vestidos con pieles de oveja y máscaras cilíndricas de madera, al compás de pífanos, los cuales curan con chicha del lugar.

Desde Valparaíso al norte se mantiene con gran esplendor este tipo de celebración pagana religiosa, siendo una de las mas grandes la "fiesta de La Virgen del Carmen de la Tirana", pueblo que se ubica a 84 Km. del pueblo de Iquique, en la pampa del Tamarugal a 1010 mt de altura sobre el nivel del mar, al norte del salar de Pintados a muy poca distancia de Pica.

En este pequeño pueblo viven cerca de 200 habitantes, sin embargo, el 16 de julio acuden hasta aquí mas de 100.000 personas a rendir homenaje a la Virgen del Carmen y a admirar la destreza y los hermosos trajes de los casi 1.500 bailarines de ambos sexos, repartidos en diferentes conjuntos de bailes.

Estas compañías danzantes llamadas cofradías, bailan frente a la imagen de la Virgen variadas danzas en su honor, agradeciendo las gracias concedidas y prometiendo volver el próximo año. Entre estas danzas tenemos las cuyacas o danzas femeninas, en las que los danzantes levantan un poste y van trenzando en torno a él, cintas de diferentes colores, para luego terminar su baile deshaciendo el trenzado.

Estas pastoras bailan en círculos, con pasos cortos y bordean unas guaracas, simulando la faena de agrupar las ovejas.

Existen en esta fiesta muchos otros bailes, como el de los gitanos, los pieles rojas, los llaneros, los chinos, etc.
Desde algún tiempo atrás han adquirido gran importancia "las diabladas", cuyo origen está en las diabladas de "Oruro" Bolivia.

Los diablos son bailarines que han cometido un gran pecado o han recibido un gran favor extraordinario de la Virgen y se visten así para bailar y solicitar o agregar el perdón. El traje rojo con la cola y la máscara con variados colores, lleva serpientes enroscadas en los cuernos.

La noche anterior al 16 de julio, después de la procesión, cientos de conjuntos de danzas encienden fogatas y fuegos artificiales.

Las bandas musicales acompañan a los diablos y pieles rojas que danzan alrededor de estas fogatas y saltan sobre las llamas.

Esta función nocturna termina de madrugada, para dar inicio al día de júbilo con canciones y danzas en homenaje a la Virgen.